Aunque los CFDIS son fundamentales para la elaboración de la contabilidad y las declaraciones de impuestos, podrían no reflejar el flujo de efectivo real del contribuyente, por lo que es necesario utilizar métodos de control conocidos como conciliaciones o amarres para asegurar que la determinación de IVA por pagar es correcta.
¿Qué es un amarre contable?
El término "amarre” proviene de la jerga en auditoría que se utiliza para describir el proceso de verificar y conectar diferentes registros o documentos contables para asegurar que coincidan y sean consistentes entre sí.
Por ejemplo, en una auditoría, un "amarre" podría implicar comparar los saldos de una cuenta en los estados financieros con los registros auxiliares o los comprobantes fiscales correspondientes. Este término refleja la importancia de la precisión y la coherencia en los procesos contables.
¿Qué debemos contemplar en un amarre de IVA?
Hoy en día, el SAT recibe información del contribuyente de diversas fuentes que al final están conectadas: CFDIS, Contabilidad electrónica, Pedimentos de importación, DIOT y Declaración de pago.
Lo ideal sería que toda la información que le llega al SAT sea procesada por el mismo sistema informático: emisión y recepción de los CFDIS, conciliación bancaria, envío de la contabilidad electrónica y carga batch para el envío de la DIOT.
Sin embargo, lo anterior no garantiza al 100% que la información de los diferentes reportes enviados al SAT sea congruente, ya que los registros contables de las operaciones que no tienen un CFDI son capturados manualmente.
¿Cuál es el proceso que debemos seguir en el amarre o conciliación de IVA?
- Partir de la conciliación bancaria: este método usado por la mayoría de los Contadores garantiza que la contabilidad refleje correctamente el flujo de efectivo, que es uno de los requisitos principales del acreditamiento de IVA.
- Verificar la información contenida en los CFDIS: aunque el flujo esté conciliado, los métodos de pago PUE o PPD podrían estar mal expresados y distorsionar la realidad de lo ocurrido en nuestros bancos. Si detectamos CFDIS con errores, debemos sustituirlos o pedir su sustitución.
- Verificar que la contabilidad refleje correctamente el IVA: si bien la conciliación bancaria puede cuadrar, no garantiza que se haya contabilizado en la cuenta contable correspondiente. Debemos verificar que el saldo del IVA por pagar y acreditable coincidan con la suma de IVA manifestado en nuestros CFDIS. Así mismo, debemos validar que el XML de la contabilidad electrónica que se envía al SAT contiene la misma información que nuestra balanza de comprobación.
- Verificar que la DIOT coincida con nuestro IVA acreditable: con la nueva información que el SAT pide en la Declaración Informativa de Operaciones con Terceros (DIOT), debemos “amarrar” el IVA acreditable y no acreditable, en especial cuando existen gastos no deducibles o se realizan actividades exentas o mixtas de IVA. Por otro lado, en el caso del IVA virtual, al no tener un documento con el IVA expreso y por separado, se torna más fácil asentar datos incorrectos en la contabilidad, por lo que debemos corroborar que la contabilidad cuadra con lo reportado en la DIOT. Finalmente, también es recomendable “cruzar” el IVA de importaciones de bienes tangibles con los pedimentos.
¿Cómo se ve un amarre de IVA?
El resultado final del amarre de IVA es un papel de trabajo que refleja los montos manifestados en cada fuente de información enviada al SAT, para culminar con la declaración de pago.
Toda vez que, por el momento, el SAT solo precarga la información de los CFDIS, debemos de realizar los ajustes necesarios para llegar al monto “conciliado” o “amarrado” de IVA por pagar.
A continuación, un ejemplo de cómo se vería un papel de trabajo con un amarre del IVA:
